jueves, 24 de enero de 2013

REEDIFICANDO EL TEMPLO DE DIOS PARTE II


“¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?”
 1 Corintios 3:16, NVI.

Ahora el templo de Dios ¡eres tú! Es simple y claro Dios habita en ti y en mi.

Ahora el templo de Dios no es un lugar físico, donde acudamos para llenarnos de su santa presencia. Ya no es necesario, construir piedra por piedra su templo; pero lo que seguimos teniendo en nuestro vivir son las luchas, así como el pueblo de Israel las tuvo, así como los enemigos de Judá querían interrumpir la reedificación del templo; así el sistema nos DESANIMA, INTIMIDA Y SOBORNA, para que no sigamos fortaleciendo esa relación con el Señor en nuestras vidas.
Y te podrás preguntar, ¿cómo es que soy sobornado/a, desanimado/a e intimidado/a? Fácil, con miedo y distracciones.
  • Miedo a compartir la palabra de Dios, con mis amigos (esos que no quieren saber de Dios), porque me creerán y tildarán de religioso.
  • Miedo a decirle a mi mejor amigo/a que necesita la guía de Dios en su vida, porque sus acciones van por mal camino.
  • Miedo a DECIRLE A TODO EL MUNDO QUE AMO A DIOS, por el que dirán...


Distracciones, ¡qué nada te distrae! Vamos, el celular, los videojuegos, y tus amigos pueden convertirse en grandes y placenteras distracciones.

Ni hablar, de esas largas horas que pasas frente a la pantalla de tu computadora, chateando con amigos que ves a diario, (no es que sea malo). Ojo, porque todo en exceso es malo.
LAS DISTRACCIONES TE ESCLAVIZAN.

Al sistema del mundo le place cuando estas desinteresado en los planes de Dios, o cuando sin pasión alguna estas sirviéndole. Y es que el sistema no se opone a que sirvas a Dios, ni que ores, ni que vayas a la iglesia los domingos. Es problema para el sistema cuando TU BUSCAS APASIONADAMENTE la palabra de DIOS, cuando con DESESPERO TE RENDÍS ANTE ÉL.
El enemigo es astuto, y aún tenemos una gran lucha, pero tranquilo/a NUESTRA VICTORIA ESTA EN LA PRESENCIA DE DIOS.

Ahora, ¿Cómo vencer al sistema? Oyendo la palabra de Dios.
“Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído”.
Proverbios 5:1, RVR 1960
¿Y cómo sabes que estás oyendo la palabra de Dios?
  • CUANDO ADQUIERES MÁS CONCIENCIA Y RESPONSABILIDAD DE TUS ACCIONES DIARIAS.
  • CUANDO TE INTERESA AGRADAR A DIOS CON TU VIDA.
  • CUANDO TE APASIONE SERVIRLE.
  • CUANDO TU PRIORIDAD SEA DIOS.

¡Anímate, cuida más el templo de Dios!

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