Mi querido Redentor y amor de mi vida, antes que nada quiero decirte que
estoy muy agradecida por tu gracia
inconmensurable. Gracias Señor Jesús por haberme amado aun cuando soy
imperfecta y por hacer que mi vida realmente valga la pena.
Sabes tal vez no han sido estos días los mejores, porque me han surgido
pequeñas cosas llamadas obstáculos, pero estoy consciente que tu amor me ha
sostenido cada día. Aun en esos días que me levante rápido porque ya iba tarde
para la Universidad y pase por alto agradecerle a mi
Padre Celestial que una vez más su misericordia me alcanzó, aun en ese día que
me dormí con esa duda que si Dios realmente me había escuchado. Aun fallando en
mi diario vivir con mis amigos, mis papás,
porque mi carácter aun no lo controlo.
Pero Tú que estás en el viraje de todos los
acontecimientos y todas las causas. Te invoco diariamente, porque tengo
miedo de que se me apague la luz en pleno día, me meta en la sombra y nada de
lo que tenga ante mis ojos me saque de la pasividad y de la
indiferencia. Mira que ni a la hora de orar se me llena el alma, que la
herida a flor de piel me hace llorar, que llevo algo dentro rompiéndome la luz.
Déjame crecer al costado de tu árbol, a la orilla de tu puente, a la anchura de
tu cauce, al murmullo de tu rocío ¡y al oleaje de tu gracia dentro de mí!
Déjame nudos de fé en las redes de mi vida, de esos que nada humano pueda
desbaratar. Fé prensada, condensada, dulce, que de tanto beberla me
transforme y de tanto nutrirme con ella, se vuelva amor en mí
misma. Déjame ver que la vida no se hace de sombras, sino a golpe de
alma. El alma se hace a golpe de fe. Y la fe se hace a golpe de amor. Y
el amor se hace con esfuerzo humano y gracia divina, se hace con alas y con
cruz. Pero necesito que estés a mi lado. Tu eres mi mano para
caminar y mi guía total. Gracias por no dejarme nunca sola, y gracias porque sé
que nunca lo harás.
Reflexión:
Pueda que te hayas identificado con un momento de
esta carta, A veces se nos he más fácil escribir lo que sentimos que decirlo,
no importa que lo hayas escrito, Jesús leyó esa carta, porque El conoce tu
corazón, conoce tus sentimientos. Y hoy es una gran oportunidad de acércatele
nuevamente a Él. Dios tiene propósitos perfectos para ti …
1ª Samuel 16:7 “No mires a su parecer, ni a lo
grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira
el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová
mira el corazón”
No hay comentarios:
Publicar un comentario